En el área de la odontología existe una serie de sustancias imprescindibles para asegurar la salud bucal de los pacientes. Una de estas sustancias es la clorhexidina, un bactericida esencial que ayuda a eliminar bacterias patógenas presentes en la cavidad oral. De hecho, es tan significante su función que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido la clorhexidina en la lista de fármacos sanitarios de mayor relevancia por su amplio espectro y funcionalidad.
Conociendo ya su importancia, no te irás de este blog sin saber cuáles son todas sus aplicaciones, ¿verdad? Sigue leyendo este post y no te quedes sin averiguarlo.
Qué es la clorhexidina
La clorhexidina es un desinfectante oral de acción antiséptica que en el campo de la odontología se utiliza principalmente para prevenir y ayudar a curar lesiones de la mucosa bucal. Evita el crecimiento bacteriano en la cavidad bucodental y reduce el grado de infección sin afectar negativamente al resto de la boca.
Más concretamente, presenta las siguientes características:
Potente antiséptico.
La clorhexidina reduce la placa dental, es antibacteriana y favorece la reducción de la gingivitis.
Amplio espectro.
Actúa frente a bacterias, aerobias y anaerobias e incluso hongos y levaduras.
Alta sustantividad.
Para asegurar que no haya una recolonización bacteriana, se libera gradualmente en 8-12 horas de forma activa.
Diversas formulaciones.
Aplicando distintas concentraciones de clorhexidina, se obtienen fórmulas que pueden llegar a cubrir todas las fases del tratamiento periodontal, incluyendo el mantenimiento y el control de la afección.
Cuándo se prescribe la clorhexidina
Considerando su amplia funcionalidad, esta sustancia se recomienda en distintos escenarios:
Enfermedad periodontal:
Su acción antiséptica puede combatir los síntomas asociados a patologías como la gingivitis o periodontitis. En el momento en el que existe una inflamación en las encías o estas sufren algún tipo de infección provocada, fundamentalmente, por bacterias u hongos, la clorhexidina limita e impide el crecimiento de microorganismos o placa bacteriana y funciona como un excelente coadyuvante para mantener las encías saludables y ser parte del tratamiento de la periodontitis.
Cirugía periodontal o cirugía oral:
Los colutorios con clorhexidina son prescritos por los dentistas cuando un paciente debe someterse a una intervención quirúrgica en la que puede existir un riesgo de infección oral, como, por ejemplo, en una extracción dental o la colocación de implantes. De este modo, se limita el riesgo de posibles complicaciones.
Con el objetivo de acelerar la curación de las aftas bucales o llagas y, sobre todo, evitar la sobre infección de las úlceras en la mucosa oral, los colutorios o geles con clorhexidina son soluciones muy eficaces. A pesar de esto, se debe tener claro que no existe ninguna fórmula mágica para hacer desaparecer las aftas bucales de la cavidad oral de un día para el otro (la rapidez de curación depende de cada persona), pero sí que se puede acelerar el proceso.
Cómo usar la clorhexidina
Por todas sus particularidades, la clorhexidina puede encontrarse en colutorios, geles dentífricos y sprays bucales. No obstante, para obtener buenos resultados, no se debe empezar ningún tratamiento con esta sustancia sin la supervisión de un profesional de la salud bucodental. Un uso inadecuado puede provocar problemas en la salud y en la estética de la dentadura.
Sin embargo, su empleo es muy sencillo. A continuación, se mencionan algunos de los pasos generalmente recomendados para hacer uso de los productos que contienen clorhexidina, según su forma de aplicación.
Formato colutorio:
Enjuágate la boca con el producto dos o tres veces al día después de tu higiene oral, cada 8-12 horas. La clorhexidina permanece en la boca de 8 a 12 horas, entrando en contacto con el agente causal de la infección el tiempo suficiente para eliminarlo o inhibirlo.
Mantén el producto un minuto en la boca para favorecer su acción.
Cuando ya te hayas enjuagado, escupe el producto y no ingieras alimentos ni bebidas durante al menos 30 minutos. Tampoco es necesario que te enjuagues la boca con agua.
Formato gel:
Siempre después de las comidas y de una correcta higiene bucal, aplica el producto dos o tres veces al día sobre las encías utilizando un cepillo suave o un bastoncillo de algodón.
Evita ingerir alimentos o bebidas hasta que no hayan pasado mínimo 30 minutos.
Formato spray:
El formato spray es especialmente idóneo en el caso de un tratamiento periodontal localizado o bien cuando la apertura bucal del paciente es reducida o presenta algún tipo de discapacidad que le impida realizar una higiene bucal normal.
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