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Despídete de las aftas bucales: cómo prevenirlas y terminar con las molestias

Despídete de las aftas bucales: cómo prevenirlas y terminar con las molestias

Si eres de los que las sufren de forma habitual, sabrás que el dolor que producen y su aspecto son inconfundibles. Llegan sin previo aviso acompañadas de molestias, ardor en la parte interior de las mejillas, la lengua o los labios o zona donde aparezcan y lucen como pequeñas heridas de color blanco rodeadas de un halo rojizo.

En casos extremos, incluso pueden llegar a producir fiebre y malestar general y, a pesar de que la mayoría de las veces las aftas bucales son benignas, estos signos pueden significar que existe la presencia de enfermedades sistémicas o de mayor gravedad. Entonces, es momento de acudir al médico.

Pero ¿por qué aparecen? ¿podemos evitarlas? ¿cómo eliminarlas? ¡Te lo respondemos todo en este blog!

Por qué aparecen y cómo prevenirlas

Para poder prevenir las aftas bucales y librarse de ellas cuanto antes, hay que entender los motivos que causan su aparición. Algunos de ellos son:

Predisposición genética.

Si varios miembros de tu familia tienden a padecerlas de forma recurrente, es muy probable que algún día tú también las sufras. Existe un componente genético entre sus causas. En ese caso, debes estar informado y preparado para cuando aparezcan.

Traumatismos.

Cuando la membrana que cubre el interior de la boca es dañada por un golpe, una mordedura o una herida en el labio, se pueden formar llagas bucales. El uso de protectores dentales cuando se realiza deporte de riesgo puede reducir este tipo de daños.

Ortodoncia o prótesis dentales.

Como ya vimos en otras publicaciones, la ortodoncia puede afectar a nuestra salud bucal. A veces, la dureza de los materiales provoca rozaduras y pequeñas heridas en las mejillas. El uso de cera o silicona de ortodoncia aplicada de manera local en el aparato evita que la mucosa se vea afectada por el roce.

Estilo de vida.

Tener malos hábitos alimenticios o padecer estrés constante son dos motivos muy comunes que explican la aparición de aftas bucales. Mejorar la alimentación, practicar ejercicios de relajación e ingerir alimentos ricos en Vitamina A, como productos lácteos, yema de huevo y pescado azul, refuerzan el sistema inmunológico.

Factores endocrinos.

Las alteraciones o cambios hormonales, sobre todo los que se producen en el cuerpo de la mujer durante su ciclo menstrual, también pueden ser causantes de la aparición de llagas en la boca.

Cepillado dental agresivo.

Cuando se utilizan cepillos muy duros o se hace un mal uso de ellos, pueden aparecer heridas bucales a causa de un cepillado agresivo. Hay que escoger el cepillo dental que mejor se adapte a cada boca y asegurarse de que se realiza una buena técnica de cepillado dental.

Enfermedades y trastornos

Las enfermedades intestinales inflamatorias como la enfermedad de Crohn o la Colitis Ulcerosa son causas comunes de su aparición. También pueden llegar en el caso de padecer Celiaquía, tener el trastorno de Behçet, que produce una inflamación en todo el cuerpo, o sufrir deficiencias en el sistema inmunitario. Si crees que puedes padecer alguna de estas enfermedades acude a un profesional de la salud.

despidete aftas bucales

Cómo reducir los síntomas

Lo normal es que estas lesiones desaparezcan solas en 10 – 14 días, sin dejar cicatriz ni ocasionar complicación alguna. Pero ¿podemos reducir el dolor que producen? Por suerte, sí. Aunque no exista una terapia específica para esta afección, hay tratamientos tópicos locales como sprays y enjuagues diseñados específicamente para aliviar las molestias y reducir la inflamación.

Otras veces, y según el diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico, se pueden llegar a recomendar ciertos antibióticos, anestésicos o tratamientos con corticoides, sobre todo cuando los tratamientos tópicos no han resultado satisfactorios.

Además, otro aspecto que también debes tener en cuenta, y de lo que seguro ya te has percatado, es que no puedes comer todo lo que quieras si buscas una rápida recuperación.

A evitar:

  • Alimentos como la patata o la sémola. Pueden adherirse a las lesiones orales.
  • Alimentos que pueden producir rozaduras mecánicas al ser ingeridos, como las tostadas, las galletas, el pan duro o los cereales.
  • Alimentos ácidos, amargos, picantes y muy salados, como los cítricos y los tomates; o las especies como el chili en polvo, el curry y las salsas calientes. Su ingesta es contraproducente cuando la mucosa se ve afectada por aftas bucales.

Esperamos haber resuelto todas tus dudas y que puedas evitar un poco más estas pequeñas, pero a la vez, grandes molestias bucales. ¡Adiós aftas bucales!

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