Entre los principales síntomas de afectaciones como la gingivitis y periodontitis, se encuentran la presencia de encías sangrantes y encías inflamadas. Así que, si es tu caso, es importante que dejes de normalizar el sangrado gingival al cepillarte los dientes, además de acudir al dentista para mantener una correcta salud bucodental y evitar futuras y en ocasiones irreversibles complicaciones bucodentales.
Un grave error que no hay que cometer es dejar de cepillarse los dientes pensando que el sangrado está siendo ocasionado por el cepillado dental o el uso de hilo dental, el problema está en las encías. Lo que sí que puedes hacer es vigilar la intensidad con la que te cepillas los dientes o pasas el hilo dental entre tus dientes.
Si tus encías están inflamadas, una higiene dental demasiado agresiva puede hacer que tus encías sangren más, pero no por ello debes abandonar tu rutina de limpieza dental. Además de contraproducente, sería muy perjudicial para tu salud bucodental.
Ahora bien, ¿por qué sangran las encías? En este blog te daremos respuesta a esta pregunta y te contaremos cuándo debes preocuparte por tus encías e ir al dentista.
Por qué sangran las encías:
Las encías están sanas cuando, entre otros indicios, no sangran. Cualquier tipo de sangrado gingival nos está avisando de que existe una inflamación del tejido blando, provocada, normalmente, por la acumulación de placa bacteriana en la superficie de los dientes y sarro en las piezas dentales y en las encías.
Esta acumulación de agentes microbianos, en sus inicios de color blanco y amarillo y de textura blanda, se produce normalmente a causa de una higiene dental regular. Por otra parte, la anatomía de nuestros dientes y el hecho de llevar ortodoncia fija también aumentan las probabilidades de que se acumule una mayor cantidad de placa en la cavidad bucal. En estos casos es más difícil limpiar a la perfección todos los rincones de la boca.
No obstante, la acumulación de placa no es la única responsable de que las encías se inflamen, existen virus y enfermedades sistémicas, aparte de ciertas lesiones y medicamentos, que también producen sangrado gingival. Asimismo, algunos cambios hormonales, como los que sufren las mujeres embarazadas, también aumentan el riesgo de padecer gingivitis. En este caso, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo.
Cuándo tus encías deben preocuparte:
La principal patología producida por la acumulación de placa dental es la gingivitis. Esta afectación aparece en el momento en el que el exceso de placa bacteriana no se elimina debidamente y entonces esta, con el tiempo, pasa a calcificarse y a invadir más zonas de la cavidad bucal. Así pues, debes prestar atención a los síntomas de la gingivitis para actuar al respecto y controlar tu higiene oral. La buena noticia es que esta afectación es reversible.
En el momento en el que observes sangrado gingival, formación de placa, inflamación o halitosis, es decir olor desagradable proveniente de tu boca, es importante que acudas a una clínica dental. Un profesional de la salud bucodental valorará tu situación y te dará las pautas correctas para el cuidado de tus encías y para terminar con las causas de la inflamación.
Si la gingivitis no se detecta y esta afectación progresa, puede derivar en periodontitis, caracterizada por ser una patología irreversible que afecta a todos los tejidos que soportan los dientes y que produce graves complicaciones. Si no se diagnostica y se empieza a tratar a tiempo, las personas con periodontitis corren el peligro de padecer encías retraídas, halitosis, movilidad dental e incluso pérdida del hueso que soporta los dientes o directamente pérdida de los dientes.
Factores de riesgo:
Fumar tabaco.
Tener una alimentación deficitaria.
Pacientes con algún tipo de enfermedad sistémica.
Personas que reciben tratamientos que afectan a su sistema inmunitario.
Sufrir episodios de estrés o cambios hormonales de forma constante.
Señales de alerta de tus encías
Estas son las causas más probables:
Sangrado de encías
Como se viene comentando a lo largo de este blog, el sangrado de encías no es algo normal, siempre que aparece significa que existe una inflamación en la zona y hay que averiguar su origen.
Sensación de dientes largos
Ver partes de tus dientes que antes no veías u observar que tus encías están retraídas, puede significar que estás perdiendo sujeción alrededor de los dientes.
Cambio de posición o movilidad de tus dientes
En el momento en el que se pierde sujeción, la fuerza ejercida por los labios, la lengua o el encaje de los mismos dientes, puede hacer que estos últimos cambien de posición. Por otra parte, la movilidad dental es un claro indicio de que se padece una enfermedad grave en las encías.
Sensibilidad dental y dolor
Si cada vez que tomas bebidas o consumes alimentos muy fríos o calientes experimentas una sensación de malestar y sientes tus dientes sensibles, significa que la raíz del diente puede haber quedado descubierta a causa de una recesión de encías. El dolor es normal cuando se padece una enfermedad periodontal, pero también es frecuente que no aparezca, por este motivo hay que estar muy atento a todas las señales.
Personas con diabetes
Las personas que sufren diabetes deben presentar aún más atención al estado de sus encías, la periodontitis se considera también una complicación de la diabetes.
Enfermedades cardíacas o vasculares
En el caso de padecer enfermedades cardiovasculares o vasculares es sumamente recomendable controlar de cerca el estado de las encías y hacer varias visitas al dentista cada año, pues se podría llegar a complicar. Por otra parte, la infección producida por la acumulación de las bacterias puede llegar a pasar directamente al torrente sanguíneo y derivar en complicaciones tan graves como un infarto o un ictus.
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