La halitofobia: El miedo a sufrir mal aliento que puede dañar tus dientes
Si a pesar de que un odontólogo te ha afirmado que ya no padeces halitosis o mal aliento y tu mejor amigo, ese que te dice todas las verdades, te confiesa con total sinceridad que tu boca no huele mal, tú sigues obsesionado y convencido de que sufres mal aliento, puede que padezcas halitofobia.
La halitofobia es el miedo irracional a tener mal aliento pese a ya haber superado la halitosis y disfrutar de una buena salud bucal. De hecho, un 15 % de los pacientes con síntomas de halitosis sufre halitofobia según un estudio presentado en el I Simposio Europeo Sepa de Halitosis.
Esta afectación es una de las tres tipologías de halitosis que existen según los odontólogos. Las dos restantes son la halitosis genuina y la pseudohalitosis. La halitosis genuina aparece cuando el mal olor bucal es real, es decir, cuando se puede detectar, cuantificar, diagnosticar y tratar; y la pseudohalitosis se diagnostica cuando no hay mal aliento, pero el paciente está seguro de que tiene halitosis aún no habiendo pasado nunca la afectación.
A continuación, vamos a contarte cómo identificar la halitofobia, las consecuencias de esta afectación y qué hacer en caso de sentir que tu aliento no huele bien.
Síntomas de la halitofobia:
Una persona que padece halitofobia está convencida de que su boca huele mal y de que la gente de su alrededor no se atreve a decirle la verdad. Es habitual que para confirmar sus sospechas vayan a diferentes clínicas dentales y no estén satisfechos con los diagnósticos de los dentistas que afirman que no padecen halitosis. Ellos creen firmemente que padecen esta afectación y que, aunque ese día no tengan mal aliento, los días anteriores sí que lo sufrían y están convencidos de que lo volverán a sufrir. También es algo común que no solo hayan acudido a varios dentistas, sino que también hayan ido a diferentes especialistas de la garganta, del sistema respiratorio y del estómago.
Por otra parte, se preocupan en exceso por su aseo personal, se limpian los dientes con demasiada frecuencia y están todo el día mascando chicles para intentar reducir el supuesto olor desagradable de su boca. Además, uno de los factores más característicos y condicionantes de esta afectación es que estos pacientes evitan acercarse demasiado a otras personas durante una conversación y sus encuentros sociales pueden reducirse.
Consecuencias de la halitofobia para tus dientes
Uno de los hábitos más repetidos por los halitofóbicos es cepillarse los dientes más de 3 veces al día (frecuencia recomendada por los odontólogos), pudiendo ocasionar desgaste de las piezas dentales y, en casos de limpieza bucal extrema, daños en los tejidos de las encías y sensibilidad en los dientes.
Por otro lado, aparte de la sensibilidad dental y el desgaste de los dientes, el uso repetitivo de enjuagues bucales también puede resultar perjudicial si se hace de forma desmesurada y con enjuagues no diseñados para la situación real del paciente.
Ahora bien, ¿qué debes hacer si crees que tu aliento no huele bien?
Para prevenir cualquier tipo de problema bucodental, mantener una correcta higiene bucodental, incluyendo la limpieza interdental y lingual, es imprescindible. La halitosis o mal aliento, como hemos visto en el blog “Causas y consejos para evitar el mal aliento”, proviene de una higiene bucodental deficiente, de la ingesta de ciertos alimentos y bebidas o de la adquisición de malos hábitos como son el consumo de alcohol y tabaco.
No obstante, si se tiene la sensación de padecer halitosis, es necesario, antes de nada, pedir cita con un odontólogo para que valore si realmente se sufre de mal aliento o si se padece halitofobia. En ninguno de los casos se debe realizar un cepillado dental agresivo o sobrepasar la cantidad de veces al día que hay que cepillarse los dientes. Los pasos a seguir son los siguientes:
Pide cita con tu clínica dental. Los profesionales de la salud bucodental son los únicos que pueden confirmar si se padece o no halitosis. A través de una exhaustiva exploración y diagnóstico diferencial, van a determinar si realmente existe esta condición. En el caso de que no exista y el paciente siga convencido de que padece mal aliento, será diagnosticado de halitofobia y se le recomendará recibir ayuda médica y/o psicológica. Si, por el contrario, el paciente sí padece halitosis, el profesional de la salud bucodental se encargará de comentarle las indicaciones y el tratamiento que debe seguir.
Visita a un médico general, psiquiatra o psicólogo. En el caso de que tu dentista te haya diagnosticado un posible caso de halitofobia, es muy recomendable que recibas atención psicológica para superar esta condición. A menudo algunos problemas psicológicos como la hipocondría o el trastorno obsesivo-compulsivo pueden ser la causa de la halitofobia.
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