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Sensibilidad dental

Sensibilidad dental

La sensibilidad dental, también llamada hipersensibilidad dental o hiperestesia dentinaria, es un problema que sufre aproximadamente 1 de cada 3 personas y que consiste en una sensación dolorosa que aparece en respuesta a un estímulo externo aparentemente inocuo, como el frío o el calor. ¿Quieres saber por qué se produce y cómo combatirla? ¡No te pierdas lo que te explicamos a continuación!

¿Qué es la sensibilidad dental?

La sensibilidad dental se define como un dolor agudo, repentino y breve que aparece cuando la dentina (es decir, la capa intermedia del diente) queda expuesta y entra en contacto con estímulos que no deberían causar dolor. Entre otros, estos estímulos pueden ser térmicos (por ejemplo, alimentos calientes o fríos), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (como un cepillado de dientes agresivo). La dentina puede quedar expuesta porque el esmalte del diente se haya desgastado o porque la encía se haya retraído.

La dentina está formada por unos conductos microscópicos, llamados túbulos dentinarios, que desembocan en la pulpa (la parte más profunda del diente), la cual contiene los nervios del diente. Aunque se sigue estudiando el mecanismo por el cual se produce la sensibilidad dental, la teoría más aceptada expone que cuando la dentina está al descubierto, ciertos estímulos pueden desplazar el fluido que hay dentro de los túbulos, lo que activa los nervios y provoca dolor.

Los principales factores de riesgo de la sensibilidad dental son:

  • cepillarse los dientes con demasiada fuerza;
  • tener las encías retraídas;
  • tener las encías inflamadas y doloridas;
  • romperse algún diente;
  • rechinar o apretar los dientes;
  • tener placa dental acumulada en la superficie de la raíz del diente;
  • comer alimentos ácidos con regularidad, como los cítricos, los tomates y el té;
  • utilizar enjuagues que contengan sustancias ácidas o aplicarse productos para blanquearse los dientes, y
  • haberse sometido recientemente a procedimientos dentales, como empastes o limpiezas dentales.

¿Cómo actuar si tienes sensibilidad dental?

La sensibilidad dental puede remitir con una rutina adecuada de higiene oral o con tratamiento profesional. Si presentas sensibilidad dental leve, te recomendamos empezar con el siguiente protocolo de higiene oral:

  1. Limpia el espacio entre los dientes con la ayuda de cepillos interdentales o de hilo, seda o cinta Si lo prefieres, también puedes utilizar un irrigador bucal. Esto ayuda a prevenir o mejorar los problemas de encías, posibles causantes de sensibilidad dental.
  2. Cepíllate los dientes con un cepillo suave. Hazlo con delicadeza y asegúrate de que tu técnica de cepillado es la correcta; si tienes dudas, pide consejo a tu dentista. También te recomendamos utilizar un dentífrico específico para la sensibilidad dental. SensiLacer® Pasta dentífrica y SensiLacer® Gel dentífrico contienen flúor, nitrato de potasio y dióxido de silicio obliterante, activos eficaces contra la sensibilidad dental.
  3. Realiza enjuagues con un colutorio que contenga activos que disminuyan la sensibilidad dental. SensiLacer® Colutorio incluye sales de potasio y flúor en su fórmula, por lo que puede ayudarte a mejorar el problema.
  4. Aplícate un gel específico para la sensibilidad dental en la zona afectada y déjalo actuar; SensiLacer® Gel bioadhesivo es un gel que contiene nitrato potásico, dióxido de silicio obliterante y flúor, una combinación de activos que, aplicada en forma de gel, ha demostrado reducir la sensibilidad dental tras la primera aplicación y a largo plazo, con el uso diario del producto.

Si estas medidas no son suficientes para controlar la sensibilidad, consúltalo con tu dentista para que valore tu situación y te ayude a resolverla.

Referencias

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